Derecho de familia
Los casos de derecho de familia tienen una gran carga emocional. Los clientes que quieren regular diversas cuestiones relacionadas con sus seres queridos suelen tener un escaso conocimiento de las posibilidades legales. A menudo les resulta difícil separar sus emociones de la necesaria evaluación fría de su propia situación o la de sus seres queridos. Los abogados de nuestro bufete tienen muchos años de práctica basados en una amplia gama de hechos, habiendo trabajado en muchos procedimientos judiciales. Siempre tenemos en cuenta que los asuntos de familia (como el divorcio, la separación, la pensión alimenticia, el contacto con el niño) requieren no sólo el conocimiento de las normas de derecho de familia y la experiencia, sino también un gran compromiso, sensibilidad y discreción. Por ello, estamos convencidos de que las soluciones que proponemos son las más óptimas posibles en las realidades a menudo muy complejas del caso.
Derecho de familia
Los casos de derecho de familia tienen una gran carga emocional. Los clientes que quieren regular diversas cuestiones relacionadas con sus seres queridos suelen tener un escaso conocimiento de las posibilidades legales. A menudo les resulta difícil separar sus emociones de la necesaria evaluación fría de su propia situación o la de sus seres queridos. Los abogados de nuestro bufete tienen muchos años de práctica basados en una amplia gama de hechos, habiendo trabajado en muchos procedimientos judiciales. Siempre tenemos en cuenta que los asuntos de familia (como el divorcio, la separación, la pensión alimenticia, el contacto con el niño) requieren no sólo el conocimiento de las normas de derecho de familia y la experiencia, sino también un gran compromiso, sensibilidad y discreción. Por ello, estamos convencidos de que las soluciones que proponemos son las más óptimas posibles en las realidades a menudo muy complejas del caso.
¿Cómo actuamos?
Como en el caso de un problema médico, un problema jurídico requiere primero un diagnóstico adecuado. Por ello, el primer encuentro entre nuestro abogado y el cliente es muy importante. Durante esta reunión, a partir de la declaración del cliente y de los documentos que obran en su poder, nuestro abogado se pondrá al corriente de la situación de hecho en detalle, tratando de «ordenar» la información, separar lo más importante de lo menos importante. El cliente siempre es libre de hablar. El trabajo del abogado es hacer las preguntas correctas al cliente, «extraer» y definir con precisión el problema legal.
Después de reunir y organizar la información, nuestro abogado hará una evaluación preliminar, señalando los problemas y riesgos relacionados con la conducción de un caso determinado y, lo que es la esencia de nuestra asistencia, proponiendo soluciones específicas y recomendando un curso de acción posterior. Al igual que en los casos penales, nos atenemos al principio de que nuestras valoraciones deben ser realistas, no basadas en deseos o emociones, y acordes con la realidad del tribunal.
A menudo ocurre que un cliente no está totalmente seguro de si realmente quiere emprender una acción determinada (por ejemplo, presentar una demanda de divorcio), y acude a nosotros para hacerse una idea inicial de las opciones legales. En tal situación, siempre nos atenemos al principio de dar una valoración jurídica neutral, y en ningún caso persuadir al cliente, ya que la decisión de emprender una determinada acción legal debe ser su propia decisión autónoma y meditada. El abogado no puede ser aquí un factor de estímulo o asesoramiento, está ahí para proporcionar una asistencia jurídica óptima. Por eso, a veces, en el caso de un cliente de este tipo que aún no es lo suficientemente maduro para tomar una decisión, nos despedimos con un apretón de manos.
Sin embargo, cuando el cliente se ha decidido (o ya tiene una demanda pendiente), nuestro abogado presentará una estrategia de precontencioso o litigio y el cliente deberá aceptarla.
A continuación, pasamos a dirigir el caso. En este sentido, redactamos escritos de demanda, alegatos, recursos (apelaciones y denuncias), mociones, dictámenes jurídicos, contratos y otros documentos necesarios. También participamos en las negociaciones previas al juicio y proporcionamos representación en las mediaciones. En los tribunales, representamos a los clientes en los procedimientos ante todas las instancias.